En Futonia, nuestros futones son diseñados para adaptarse a tu vida, ofreciendo la máxima versatilidad. Su diseño tradicional, pensado para la flexibilidad, permite que los futones sean perfectos para espacios reducidos o como camas de invitados. Sin embargo, para asegurar que tu futón mantenga su firmeza y todas sus propiedades intactas cuando no está en uso, es crucial saber cómo guardarlo correctamente.
Un almacenamiento adecuado no solo lo protege del polvo y la suciedad, sino que también previene la acumulación de humedad y la formación de moho, asegurando que esté listo para ofrecerte un descanso saludable cada vez que lo necesites.
Preparación: El Primer Paso para un Almacenamiento Seguro
Antes de guardar tu futón, es fundamental prepararlo para el reposo a largo plazo.
La humedad es el principal enemigo de cualquier futón, ya que puede provocar moho y acelerar el desgaste. Antes de guardarlo, ventílalo bien, preferiblemente al sol durante unos minutos o en un lugar aireado. Si no puedes usar luz solar directa, déjalo en una habitación con buena ventilación hasta que esté completamente seca
- Limpieza y Ventilación: Retira la funda y lávala según las instrucciones de la etiqueta. El futón en sí no se debe mojar. En su lugar, es vital airearlo completamente. Llévalo al sol y déjalo ventilar por varias horas, volteándolo para que ambas caras se sequen. Esto es crucial para eliminar cualquier rastro de humedad o sudor que pueda haberse acumulado, previniendo el crecimiento de moho y bacterias.
- Voltea y Rota: Si el futón tiene algún tipo de hundimiento, voltéalo y rótalo unas cuantas veces para ayudar a que las fibras recuperen su forma natural. Esto es especialmente importante para los futones de algodón, que tienden a compactarse con el tiempo.
- Inspección: Asegúrate de que el futón esté completamente seco y libre de manchas antes de guardarlo.
Métodos de Almacenamiento: Elige la Opción Correcta
La forma en que guardas tu futón es tan importante como la preparación. Aquí te mostramos los métodos más efectivos:
1. Almacenamiento Plegado (Para Cortos Períodos)
Si necesitas guardar el futón por un par de días o semanas, simplemente puedes plegarlo y guardarlo en un lugar vertical para que no ocupe mucho espacio. Esto es ideal para una cama de invitados que se usa esporádicamente. Asegúrate de guardarlo en un lugar seco.
2. Almacenamiento Enrollado (Método Tradicional Japonés)
Para un almacenamiento más prolongado, el método tradicional japonés es el más recomendable.
- Enrolla en lugar de plegar: En lugar de doblarlo, enrolla el futón firmemente desde el extremo más corto. Esto evita que se formen pliegues y grietas en las fibras internas.
- Asegura el rollo: Utiliza cintas de tela para atar el futón enrollado y mantener su forma.
- Guarda en un lugar seco: Coloca el futón enrollado en un lugar con buena ventilación, lejos de la luz solar directa y de fuentes de humedad.
3. Bolsas de Almacenamiento Transpirables (Para la Máxima Protección)
Si necesitas guardar tu futón por varios meses, la mejor opción es usar una bolsa de almacenamiento transpirable.
- Evita las bolsas de plástico: Nunca uses bolsas de plástico no porosas. Estas atrapan la humedad, lo que puede causar moho y olores desagradables.
- Opta por el algodón: Elige bolsas de almacenamiento de algodón o de materiales que permitan la circulación de aire. Esto protege el futón del polvo y la suciedad mientras se mantiene ventilado.
4. Almacénalo en un lugar fresco y seco
Evite lugares húmedos, con poca ventilación o expuestos a la luz solar directa durante largos períodos. Lo ideal es un armario o espacio cerrado pero ventilado, donde el futón no esté apilado debajo de objetos pesados para evitar deformaciones.
5. Revisiones periódicas
Aunque esté guardado, saca tu futón cada cierto tiempo para airearlo, sacudirlo y verificar que no haya desarrollado olores o humedad. Esto ayudará a mantener sus propiedades intactas.
Mantén tu Futón en Condición Óptima
Incluso cuando el futón está guardado, es una buena práctica sacarlo y airearlo cada pocos meses. Este simple hábito te asegura que las fibras de algodón, lana o látex se mantengan frescas y que el futón esté listo para ofrecerte un descanso reparador en cualquier momento.
En Futonia, nuestros productos están diseñados para ser duraderos y versátiles. Cuidar tu futón es la mejor manera de honrar esa calidad y asegurar que te acompañe en tu viaje de bienestar por muchos años.




